lunes, 25 de febrero de 2013

Los menus de Eva: la magia de Triana y seguimos de tapeo

Ayer, volviendo a casa, después de un dia maravilloso de sol y una tarde estupenda en el Paseo de Colón...de los días que nos gustan...de los que fluyen...al llegar al Altozano, después de pasar el puente de Triana, hubo un imán que me atrajo a hacer esta foto. Es el torero Juan Belmonte ...para mí mucho mas conocido por una calle del Real de la Feria ...para interesados en la historia del monumento os paso un enlace que me ha gustado: http://rafazubi52.blogspot.com.es/2010/03/historia-del-monumento-juan-belmonte-en.html. Esta fué la primera señal.


Hoy por la tarde, ha venido una clienta nuestra de toda la vida, con su hija y su nieta. Mi padre que estaba en la tienda, me dice..porque me conoce.."a que no sabes quién es y con quién esta relacionada...si...clienta nuestra...¡hija es la mujer de Juan Morales, una de sus hijas y su nieta!" ...ufff....lo pelos de punta...porque nunca los habia relacionado con el amigo de mi padre protagonista del anterior post de Los menus de Eva. Esta fué la señal definitiva, me fui a releer su libro "La Sevilla que perdimos"

 Calle Pureza desde el Altozano (BCJ)
Juan, no nació en Triana, pero conoce esa magia que el barrio tuvo y tiene. Lo que ayer sentí pasando el puente de Triana y entrando en el Altozano, le ha puesto palabras Juan en su libro. El nos cuenta que..."Cruzando el puente no hacía más que mirar esa calle Betis. Esto de cruzar el puente era como trasladarse de una ciudad a otra. Porque Triana no era ni sólo un nombre, ni sólo un barrio o un arrabal, era una cosa distinta. No son sus calles, sus casas, sus plazas...Yo no soy capaz de definirlo, pero creo que son sus gentes y su arte... Triana ha sido siempre barrio de artistas. Toreros, alfareros.escultores, pintores,ceramistas, cantaores y cantaoras, bailaores y bailaoras...¡Ah! y ¿la vela?....era de obligado cumplimiento ir a la calle Betis a tomar el fresco, a tomar una copa o a tirar al blanco....y asi dejamos a Triana, como el agua le dice al puente, <tú te quedas en Triana, que yo me voy con la corriente>".

¡¡¡Guauuuu!!!....¡qué bonito!...me ha "llegao" ...porque lo que Juan nos cuenta son las vivencias de alguien sensible y especial, absolutamente abierto a captar y disfrutar de la esencia de las cosas sencillas. Hoy, también nos contaba mi padre, que Juan se iba pa la parte de los huesos salaos pal puchero y le decia... "Lorenzo, cortame un poquito de tocino salao de veta...pero que no se entere mi "mujé"...finito"

Al igual que mis padres, Juan fue muy bueno en su díficil trabajo, él era hostelero. Me pareció curioso leer que por la noches, según Juan, no se preparaba un cena formal. Se compraban unas pavías de bacalao, un pescaito frito surtido, con un manojo de rábanos. En las antiguas pescaderías de frito, no se trabajaba el pescado pequeño. Lo más usual eran los calamares o chocos, la hueva frita, la gamba frita, el adobo de cazón, la pescada en rodajas y los pedacitos, que al ser los trozos de la cola de la pescada y restos, ero lo más barato y lo de mayor consumo.



Pero Sevilla, empezó a evolucionar y se empezaron a poner de moda los platos combinados. Todo empezó, por lo visto, en el Bar Coliseo, El Gran Almirante y en Riviera. Eran los mas frecuentados y se formaban colas a la hora de comer y beber, segun Juan.




El buen hostelero, al igual que el buen tendero y tantas otras profesiones de trato directo con el público, lleva dentro una enciclopedia cargada de conocimientos y datos, aunque a veces no respeten el rigor en el orden alfabetico y cronologico. Tiene la mente multitarea, educada a disociar ideas, temas y conversaciones.

Cuando empecé a trabajar en la tienda, me quedé impresionada, de lo dificil que es atender a un público que te conoce de toda la vida y tambien a gente nueva, sobretodo en momentos de "bulla". En esos momentos, como de costumbre, todas las emociones se contagian y empieza lo que yo le llamo "la pelicula : el secreto de mi prisa"...todo el mundo parece que tiene prisa, pero mucha mucha...

...en esos instantes, puedes dar la cuenta a un cliente, coger el billete, ir a la caja y mientras escuchar como te piden uno o dos clientes, mientras se ponen de acuerdo de "quien le ha dado la vé", devuelves el cambio, despachas al siguiente ya hay acuerdo, respondes a una broma de tu cliente de toda la vida, que tiene tela guasa, al mismo tiempo, le preguntas a los últimos clientes que acaban de entrar y que están saliendo despacito porque no quieren esperar, llamas a alguien de detras a ver si los atienden o los calmas para que no se vayan, de pronto en tu campo visual has visto a Mari, Aurora o cualquier cliente que lleva tiempo sin venir, le preguntas "y tu, como estas de lo tuyo"...y si mi padre anda por ahi...suelta sus comentarios del tipo ..."a Aurora no fiarle que esta apunto de irse al otro barrio"..Aurora le sige la corriente y le busca tambien las cosquillas a mi padre, de pronto, puede sonar tambien el teléfono...nos miramos, todos estamos atendiendo...le toca al que esta más cerca. Podemos estar en tres conversaciones, el teléfono, un cliente que sólo quiere un producto, pagarlo e irse...pero en estos casos siempre entra algún cliente nuestro talisman, como Salvador, MEugenia, Rocio, Aurora, que compinchados con nosotros y nuestras bromas, contagiamos a todos.

...porque como ellos dicen: "yo no tengo prisa...ni nadie que me la meta...la prisa" o Juan con su famosa frase: "Pa cabrasnacío" o Aurora "me he tomao hoy un cafe, a ve si corro más" o Salva " a mi no me engordan los chicharrones porque me los como corriendo "...y tantas y tantas anégdotas...de la vida de barrio...de la magia de la gente...que pasa por tu vida para quedarse...porque son gente especial, gente autentica, gente mágica...como muchos...en especial ...mis padres y Juan Morales.




2 comentarios:

  1. Hola Eva!!Muchas gracias por publicar estas experiencias de mi padre en tu blog que nos recuerdan que era mejor en lo suyo y que ha marcado a quién lo conoció. Muchas gracias de verdad!!

    ResponderEliminar
  2. Es todo un placer para mi, y se que para mi padre, que tanto apreciaba al tuyo, también. Un orgullo poner un granito de arena de reconocimiento y de cariño a una perdida tan grande por la que todos pasaremos y que el recuerdo de la gente autentica y magica, como tu padre, este siempre con nosotros. ¡¡¡Besos!!!

    ResponderEliminar